La sexualidad femenina es un fenómeno poco entendido y a veces controvertido. Hay algunos que la temen, otros que la aprecian, y otros que por supuesto buscan sacarle provecho. Científicos investigando la droga flibanserin, como antidepresivo, descubrieron una ligera mejora en la libido de las mujeres y animales estudiados, y que no funcionó para nada como antidepresivo. Cuando fue oficialmente descartada como un antidepresivo, empezaron estudiar sus efectos en la libido femenina, esperando poder desarrollar el próximo éxito mundial del mundo farmacéutico. El pasado noviembre 2009 la empresa responsable para el desarrollo de la droga, Boehringer Ingelheim, publicaron unos resultados iniciales de sus estudios, y empezaron una fuerte campaña de marketing que promueve la droga como “la versión femenina de la Viagra”.
El 18 de junio el FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EEUU) escuchará presentaciones sobre flibanserin, con el fin de decidir si permitir su venta y marketing como “cura” para las que sufren del deseo sexual inhibido, un trastorno que aparentemente sufre un diez por ciento de las mujeres. En los estudios, encontraron que las mujeres que tomaban flibanserin durante seis meses aumentaron el número de “experiencias sexuales satisfactorias” a un promedio de 4.5 veces al mes, en vez de 2.8 para las mujeres que no lo tomaron, mientras las mujeres en el grupo de placebo lo aumentaron a 3.7 veces al mes. Un 15 por ciento de las mujeres dejaron el ensayo por que sufrieron efectos secundarios no deseados. Aún así, hay médicos y periodistas que ya han reportado que la empresa Boehringer Ingelheim ha estado en contacto con ellos, buscando prensa favorable.
Hay unos afrodisíacos que no tienen ningún riesgo para la salud, y han superado la prueba del tiempo: las conversaciones, o bien pasar tiempo juntos para fortalecer al vínculo romántico y fomentar la intimidad que muchas mujeres necesitan para disfrutar plenamente de las relaciones sexuales.