¿Qué es el prolapso genital?
Esto ocurre por el deterioro de los mecanismos naturales de sustentación del piso pélvico. La mujer, luego de un parto, sufre un deterioro de los mecanismos de sustentación. Sus órganos están soportados por una especie de ligamentos que constituyen una verdadera malla, un tejido que en medicina es conocido como fascia. Muchas de las fibras de esta fascia se elongan o simplemente se rompen, alterándose los mecanismos normales de sustentación, entonces el o los órganos protruyen, se salen, en mayor o menor grado.
Este problema está relacionado al número de partos y a la precocidad de los mismos. Mujeres que tienen partos antes de los 20 años tienen mayor posibilidad de tener prolapso. Pero, fundamentalmente, influye mucho el número de hijos que se tiene.
Aunque cuando ya ha avanzado la edad, durante la menopausia, este problema se incrementa por una disminución en las hormonas femeninas que hacen que los tejidos no tengan la misma irrigación y la misma resistencia o elasticidad que tenían cuando se era más joven.
Síntomas del prolapso genital
Los síntomas que se presentan dependen del órgano que esté prolapsado. Normalmente, la mujer siente una sensación de peso en sus genitales, como si una masa se saliera por su vagina. Otro síntoma es la incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE). Más del 48 por ciento de las mujeres después de los 40 años tiene algún tipo de incontinencia, en algún grado y de ese grupo consulta sólo un 20 por ciento.
La manera más adecuada para detectar el prolapso es visitar a un ginecólogo para que realice un examen clínico. Luego hay exámenes de laboratorio que se solicitan en forma complementaria que indican qué magnitud tiene, qué repercusiones puede haber y qué síntomas asociados tiene el prolapso, como por ejemplo pérdida involuntaria de orina, gases o deposiciones, sensación de masa que protruye, infecciones urinarias a repetición, etc.
Para el prolapso no existe un solo tratamiento, todo depende de la edad de la paciente y del grado del prolapso y los síntomas asociados. En nuestro país hay buenos equipos de profesionales que ayudan a reeducar y a fortalecer el piso pélvico. Esto se hace fundamentalmente con ejercicios muy especializados, que ayuda a reeducar la musculatura. Si esto no funciona o los síntomas asociados no ceden, el siguiente tratamiento es la cirugía que corrige lo que está prolapsado.
Prevención y tratamiento del prolapso genital
Existen algunas técnicas para evitar el prolapso, como los ejercicios de Kegel que fortalecen la musculatura del periné y evitan que el prolapso progrese. Generalmente, se recomienda practicarlos cuando se ha dado a luz a un bebe muy grande. Eso sí, hay que tener en cuenta que éstos ejercicios sirven como un modo de prevención porque cuando el prolapso ya está, se requieren técnicas más complejas de rehabilitación asociadas o no a la cirugía.
En sentido figurado, se podría decir que otra forma de prevenirlo es que se opte por la cesárea. En Estados Unidos incluso se discute si, para prevenir los trastornos del piso pélvico en el futuro, se someta a una cesárea a la mujer en desmedro del parto normal.
En lo personal, pienso que la mejor forma de prevenirlo es una buena atención de parto, donde se aplique una buena técnica respetando los tiempos y etapas del trabajo de parto y se trate de evitar los fórceps, que son una causa directa en la génesis de esta enfermedad, lo cual no siempre es posible dado que en algunas ocasiones es imprescindible realizarlo.