Para muchos, tener un hijo a los 40 años tiene sus ventajas: en esta etapa de la vida, tanto el hombre como la mujer se sienten más seguros, más maduros en sus decisiones y mejor ubicados tanto personal como laboralmente. Entonces ¿por qué la maternidad debería quedar fuera de juego?
A esa edad, la mujer está más consciente de lo que es traer un hijo al mundo, está preparada y está más dispuesta a seguir las recomendaciones de su médico con respecto a su salud y la de su bebé. Tener un hijo en esa etapa de la vida ya es menos producto del azar y más del deseo. Además, gracias a los adelantos de la ciencia y de los hábitos saludables como la buena alimentación y el ejercicio, muchas tienen una “salud de hierro” y están en perfectas condiciones para traer un hijo al mundo. En este momento, una mujer de 40 años está lejos de ser una “viejita”: muchas se sienten en la mejor etapa de sus vidas, más fuertes, más maduras y por qué no decirlo: más atractivas y deseables.
Jugando con las probabilidades
El problema fundamental para una mujer que después de los 40 años quiere quedar embarazada es que es que las posibilidades naturales de que esto ocurra disminuyen con la edad. Es un hecho que ninguna mujer del planeta puede evitar. Está claro para los médicos que los óvulos de una mujer de 40 años son menos y de menor calidad, y por eso, la probabilidad de quedar embarazada sin ayuda médica es aproximadamente del 25 por ciento.
Además, la posibilidad de la ocurrencia de un aborto espontáneo es mayor. Mientras que solo el 10% de las mujeres entre los 20 y los 30 años está en riesgo de abortar naturalmente, esta cifra sube al 35% en las mujeres mayores de 40 años y al 50% a los 45 años.
Aun si queda embarazada, la mujer mayor de 40 años puede enfrentarse a complicaciones diversas como la hipertensión arterial, la diabetes gestacional o la ocurrencia de un parto prematuro.
Entonces ¿Cuáles son las opciones?
Si una mujer desea quedar embarazada después de los 40 años, lo primero que debe hacer es acudir a un especialista para que analice mediante exámenes especializados si existe alguna anomalía en su fertilidad o en la de su pareja. Quistes, fibromas, ciclos menstruales irregulares o deficiencias de la esperma son los problemas más comunes a la hora de concebir un hijo, a los 40 años, antes o después.
También, debe adecuar su estilo de vida para lograr positivamente su meta: si una mujer desea un embarazo, debe preparar su cuerpo y su mente para la concreción de este sueño: dejar de fumar y tomar licor, comer saludablemente, hacer ejercicio, dormir bien y dejar el estrés ayudan a fecundar un bebé más rápidamente.
Pero a veces no resulta tan sencillo. Por eso, es necesario consultar con un médico que le dé a una mujer opciones de tratamiento como la fertilización asistida o fecundación in vitro cuando los intentos por la vía natural no han dado resultados. Para lograr éxito en el tratamiento, es necesario que la pareja esté segura que quieren tener un hijo y seguir las recomendaciones del médico al pie de la letra (que van desde toma de medicamentos hasta exámenes y cirugías). Durante este proceso, será necesario que la pareja tome decisiones como el presupuesto que destinarán para los tratamientos, la necesidad de realizar cambios drásticos en sus vidas y la posibilidad de tomar otros caminos como la adopción de un bebé.
Tener un hijo después de los 40 no es imposible. Por eso, es necesario que evalúes tu fertilidad y la de tu pareja para que logres con éxito el embarazo que tanto deseas.