Los ejercicios de Kegel son una serie de instrucciones para fortalecer los músculos de debajo del útero, vejiga e intestino. El principal músculo que se ejercita es el pubococcígeo, el cual es escencial para controlar la vejiga y las contracciones de la vagina de manera voluntaria y automática, sostiene los órganos pélvicos, ayuda a mantener el control intestinal y la vejiga cerrada activándose al toser o estornudar y es clave para tener relaciones sexuales placenteras.
Como si se tratase de cualquier otro músculo al ejercitarlo, mediante ejercicios de Kegel, se obtiene un control más eficaz de las funciones de los músculos de la pelvis. Eso se traduce en mejor control de incontinencias y puede ayudar a mejorar las relaciones sexuales.
Antes de ejercitarlos, hay un método sencillo para detectar la actividad de los músculos del suelo pélvico. Cuando se orina, hay que tratar de contener la salida. Si se consigue, eso significa que se utilizan los músculos adecuados.
Una vez se sabe qué músculos son, los ejercicios de Kegel pueden realizarse con ayuda de expertos como ginecólogos o fisioterapeutas especializados en el tema o también pueden hacerse sin ayuda de manera básica. Te presentamos una manera sencilla para empezar a ejercitar estos músculos:
. Con la vejiga vacía, sin aguantar la respiración y sin contraer los abdominales, glúteos o muslos:
1. Se contraen los músculos pélvicos y se aguantan de 8 a 10 segundos.
2. Se descansan otros 10 segundos y se vuelven a contraer.
3. Se realizan 10 repeticiones tres veces al día con descansos entre ellas. Preferiblemente una sentada, otra acostada y otra de pie.
Sus beneficios pueden ser observables en torno a 2 meses. La mayoría de las mujeres nota mejoría en pocas semanas. Son sólo 5 minutos al día pero es un beneficio a largo plazo: mejora nuestra vida sexual y puede evitarnos accidentes inesperados.