Puede ocurrir que durante los primeros meses del embarazo se produzca en la mujer un sangrado similar al del período menstrual. Esto genera alerta por el estado del feto, pero sobre todo confusión en las embarazadas que desconocen que embarazo y menstruación son cuestiones incompatibles.
Luciana V. (28 años):- “Me encuentro en la quinta semana de embarazo y tuve pérdidas de sangre durante varios días, que coinciden con mi período menstrual habitual. ¿Puede ser que menstrúe estando embarazada?”
Definitivamente no. Las pérdidas de sangre en el embarazo son un evento relativamente común, especialmente durante el primer trimestre, pero sangrado vaginal no siempre significa menstruación.
Una de cada cinco mujeres lo experimenta pero muy pocas saben de qué se trata realmente. Aunque no es raro que ocurra, es un hecho que requiere cuidados especiales porque puede ocasionar un parto prematuro o un aborto espontáneo.
Causas del sangrado vaginal durante el embarazo
Algunas de las causas que ocasionan el sangrado vaginal durante el embarazo son:
– Los problemas de placenta
– El embarazo ectópico y molar
– El embarazo molar
– El parto prematuro
– El sangrado de implantación
– El aborto espontáneo
Se engloba en problemas de placenta a dos situaciones; el desprendimiento prematuro de placenta, que ocurre cuando ésta se separa de la pared uterina, y la placenta previa.
El embarazo ectópico se produce cuando el óvulo fertilizado, en lugar de alojarse en el útero, se sitúa por ejemplo en las trompas de falopio. En este caso se corre el riesgo que las Trompas se quiebren, generando una hemorragia interna que en casos extremos puede desencadenar en la muerte.
El embarazo molar o enfermedad trofoblástica gestacional (ETG) consiste en la malformación del tejido placentario en otro tejido que forma quistes. Éste cuadro también puede provocar hemorragia genital.
Se considera parto prematuro cuando el trabajo de parto se desencadena previo a la semana 37 de embarazo, y se manifiesta a través de los síntomas típicos: dilatación del cuello uterino y contracciones. Cuando esto ocurre, suele haber pérdidas de sangre.
El sangrado por implantación se produce aproximadamente a 12 días de la ovulación (es decir, coincide con el ciclo menstrual habitual de la mujer en cuestión), y presenta un color amarronado y cantidades menos abundantes que una menstruación. Puede durar varios días, depende de cada mujer. Incluso es un síntoma a tener en cuenta si el embarazo aun no está confirmado.
En cuanto al aborto espontáneo, el sangrado aparece a modo de señal. Puede ser el síntoma previo a la expulsión del tejido fetal o parte de él. Si esto ocurre es importante retirar el tejido en su totalidad, para evitar una infección y llevarlo al médico de inmediato para que lo examine.
Otras causas de sangrado vaginal durante el embarazo pueden ser: la presencia de pólipos o fibroides uterinos, infecciones vaginales o trauma del cuello uterino sensible, manifestado a causa de algún examen médico o la práctica de relaciones sexuales.
Durante el embarazo debe aumentarse la atención ante cada situación que pueda suponerse anormal. El sangrado vaginal suele generar gran temor en la embarazada ya que comúnmente se lo relaciona con abortos espontáneos pero solo una parte de ellos devienen en consecuencias de éste tipo.
Mantenerse informada y consultar con el médico ante el primer indicio de una complicación mejoran el pronóstico para la futura mamá y su bebé.
Preguntas Frecuentes para agilizar el diagnóstico:
En caso de padecer sangrado vaginal durante el embarazo, se debe consultar un especialista de inmediato para que éste determine la gravedad del caso.
Las siguientes preguntas abarcan los aspectos que deberás tener en cuenta para agilizar el diagnóstico:
– ¿Cuánto tiempo de embarazo llevas?
– ¿El sangrado ocurrió previo al embarazo o durante el mismo?
– ¿Ha sido constante?
– ¿El sangrado es abundante?
– ¿El sangrado tiene olor?
– ¿Qué color presenta?
– ¿Notaste cambios en la orina o la frecuencia intestinal?
– ¿Sufriste cólicos? ¿Fiebre? ¿Tuviste otros síntomas como desmayos, mareos, náusea, vómitos o diarrea, fatiga, debilidad o dolor abdominal intenso?
– ¿Sufriste algún golpe, lesión, o caída?
– ¿Cambiaste la actividad física? ¿Hiciste algún esfuerzo adicional?
– ¿Sufriste estrés?
– ¿Cuándo fue la última vez que mantuviste relaciones sexuales?
– ¿El sangrado se dio durante o después de las relaciones?
– Estando en reposo ¿el sangrado disminuye o aumenta?
Para todos estos casos lo mejor es acudir con tu ginecóloga, ella te dirá lo que esta sucediendo y te indicará las medidas necesarias para que esta condición mejore para el bienestar tuyo y de tu bebé.