Durante el VI Congreso Internacional de la Asociación Argentina de Anticoncepción, AMADA, ginecólogos puntualizaron los principales errores en el uso de la anticoncepción hormonal de emergencia. Los profesionales manifestaron que un alto porcentaje de mujeres de más de 30 años desconocen la existencia de una opción anticonceptiva de emergencia que puede utilizarse para prevenir el embarazo.
Las adolescentes, por otro lado, conocen el método en forma superficial, se automedican, lo utilizan demasiado frecuentemente y no saben qué esperar de él.
Ante esta situación recuerdan que:
La anticoncepción de emergencia es un método para evitar el embarazo cuando no se pudieron utilizar otros recaudos o la protección falló, como cuando el preservativo se rompió o se salió, cuando no se utilizó y en casos de violación.
Su eficacia depende de dos factores:
Qué tan rápido se administre: la anticoncepción de emergencia puede administrarse hasta 72 horas (tres días) después de la relación de riesgo. Sin embargo su tasa de eficacia es más alta cuanto más rápido se la tome.
Número de oportunidades en los que se utilizó: la eficacia es mayor cuando se la utiliza una sola vez en el ciclo (período entre una menstruación y la siguiente). Repetir la toma dentro del mismo ciclo disminuye significativamente se eficacia.
Actúan como anticoncepción impidiendo la unión del espermatozoide con el óvulo, lo cuál la hace inútil cuando ya se ha producido el embarazo. No es una medicación para que la menstruación baje luego de un atraso. En ningún caso es abortiva.
Produce un sangrado por deprivación. Este puede ser muy escaso. Puede aparecer en la fecha menstrual esperada o no, pero siempre dentro de los 20 días de la toma de la anticoncepción de emergencia. Cuando el sangrado aparece oportunamente significa que el método ha sido efectivo en evitar el embarazo.
No tiene efecto a largo plazo. La anticoncepción de emergencia sólo previene el riesgo de la última relación sexual sin protección. No aporta protección para las siguientes relaciones. Por eso debe utilizarse un preservativo en las relaciones siguientes para evitar el embarazo.
No es infalible. Se estima que su eficacia es de entre un 85 y 95 %. Se estima que puede evitar 72 de cada 80 embarazos ocurridos tras una única relación sexual. Si el embarazo se produce, no afecta al embrión ni induce el aborto. No se han reportado casos de malformaciones asociadas a la anticoncepción de emergencia.
La automedicación aporta ciertos riesgos ya que no todo el personal de farmacias conoce en profundidad el método y puede expender formulaciones hormonales que no son anticoncepción de emergencia. Siempre que sea posible recurrir al ginecólogo de confianza o de lo contrario recurrir a las guardias especializadas o a las líneas telefónicas gratuitas del Ministerio de Salud para orientación. También sería muy valioso hablar del tema con el ginecólogo durante la consulta anual, conocer la formulación correcta e incluso disponer de una receta para utilizar en caso de que sea necesario.
Todos los métodos anticonceptivos de uso regular son más efectivos que la anticoncepción de emergencia. Las pastillas anticonceptivas que se toman diariamente, el preservativo correctamente utilizado y el DIU resultan mucho más efectivos para prevenir el embarazo. Ante la necesidad de acudir a la anticoncepción de emergencia, resulta oportuno repasar las opciones de planificación familiar con el ginecólogo de confianza y elegir un método adecuado a cada pareja.
No existe límite de edad ni un número de veces máximo en el que se pueda recurrir a la anticoncepción de emergencia. Sí es muy importante comprender que es una opción anticonceptiva para casos excepcionales, de emergencia, ya que todos los demás métodos anticonceptivos aportan mayor protección.
La anticoncepción de emergencia no aporta ninguna protección contra las infecciones de transmisión sexual. Si se ha sido víctima de una violación, en todos los hospitales públicos se halla disponible el tratamiento gratuito para disminuir el riesgo de contagio de diversas infecciones incluido el VIH/SIDA y la Hepatitis B. La consulta debe ser lo más precoz posible y no se requiere la denuncia policial.